Gastón Martínez: "Mi
familia se salvó de milagro"
El partido entre San Carlos y Los Andes, en Berisso se debió suspender una vez finalizado el primer tiempo, con el triunfo parcial del local. Sin nada que lo justificara, cayó sobre la delegación visitante una agresión inesperada. Tras los incidentes, FUTBOL EN MIL RAYITAS consiguió en zona de vestuarios los testimonios del coordinador Juan Carlos Díaz y el futbolista Gastón Martínez
Finalizado el primer tiempo, con San Carlos en ganancia por 2-0 sobre Los Andes, de repente llegó la violencia en Berisso. La comitiva visitante recibió una lluvia de piedrazos, desde la calle hacia el estadio. Las 60 personas, integradas por dirigentes, familiares de los jugadores, fueron ubicados en un sector determinado: a un costado del córner, del ataque por izquierda de Los Andes, muy lejos del público local, situado enfrente.
Allí, sobre los citados, cayeron piedras desde la calle, que por milagro no sufrieron heridas o cortes. Apenas un patrullero sufrió la rotura de vidrios, "Futbol Mil Rayitas" una vez suspendido el encuentro, se acercó al lugar y obtuvo las declaraciones de Juan Carlos Díaz y Gastón Martínez.
Mitad sorprendido y mitad agradecido a la suerte en no haber recibido impacto alguno de la agresión externa, el integrante de la subcomisión de fútbol Juan Carlos Díaz dijo: "De manera inesperada empezaron a caer piedrazos desde afuera hacia dentro del estadio. Fue una lluvia de proyectiles más grandes, más chicos, que por suerte no llegaron a impactar. Acá hay dirigentes, allegados, y sobretodo, familiares de los jugadores. Muchas mujeres y niños".
El capitán Gastón Martínez también dejo sus sensaciones, en medio de una gran indignación: "No pueden pasar estos hechos de violencia. ¿Tengo que agradecer que mi familia no ligó ningún piedrazo? Estaba la mujer de Agustín (Allione) embarazada, el padre de Franco (Rodríguez), es decir, acá no había barras de Los Andes. De milagro no sucedió una tragedia".
Vale recordar que el conjunto "Villero" venia de sufrir una sanción de una fecha para jugar sin público, de parte del A.P.R.E.V.I.D.E. En esta ocasión, volvió el público local pero sin banderas, bombos ni estandartes, a pesar de ello, detrás del paredón que contenía a la delegación visitante empezó la lluvia de piedras. Del testimonio de allegados locales surge la versión que sería la hinchada disidente que procedió al hecho de violencia. De todos modos, pudimos certificar el modesto operativo policial contratado, que estuvo muy lejos de parecerse al gasto que debe incurrir el club lomense en cada partido de local.
Producción: Carlos Lito Alvarez.