LOS ANDES JUGO EN MAR DEL PLATA FRENTE A ALVARADO. EL PRIMER PARTIDO TERMINO SIN GOLES Y EN EL SIGUIENTE GANO LOS ANDES 2 A 1.EL PLANTEL REGRESA A LOMAS Y TIENE LIBRE EL LUNES.
2024-12-11

Va en busca de la gloria,
pese a todos los escollos

Los Andes se quedó con la ida de la final del reducido de la Primera B Metropolitana, con el gol de Gastón Gerzel ante un Argentino de Quilmes cauteloso, sin ideas. La visita jugó con un aliado -previsto pero no menos irritante-,  el juez Américo Monsalvo de pésima actuación. Pese a los escollos extrafutbolísticos, el plantel recuperó la moral con garra y fútbol.

La final perdida ante Colegiales golpeó duro al mundo Mil Rayitas, pero sin tiempo para el duelo, tanto el cuerpo técnico como el plantel se juramentaron aunar esfuerzos en post del objetivo central: el ascenso. Superado Armenio, dentro y fuera de la cancha, la estima de los jugadores está por las nubes. Y mucho tiene que ver la mano del entrenador en los cambios realizados en la formación inicial.

Ganaron protagonismo apellidos que calentaban el banco de suplentes (sin explicación lógica). Gozaron de minutos que supieron aprovechar y el equipo se consolidó y ganó confianza. A la solidez defensiva, se agregó inflar la red contraria. Delanteros y volantes llegan y convierten. Pero el dato a destacar es la adultez para jugar con las visibles adversidades, algo nada menor de cara al durísimo choque en la Barranca Quilmeña.

La juventud de Aaron Sandoval, con sus ganas y empuje, la solvencia de Lucas Barrientos, la simpleza y la garra de Gonzalo Cozzoni, el contagio de Nazareno Fernández Colombo y Gabriel Cañete, las corridas de Luciano Maidana, el manejo de Matías Gómez, la creación de Gastón Gerzel y, sobre todo, el corazón de Manuel Brondo. El rubio delantero se banca todo: patadas con y sin pelota, codazos de expulsión ignorados y siguen las firmas.

Leonardo Lemos podrá contar con Federico Martínez -de gol y clasificación agónica ante Armenio-, un verdadero luchador ante la rudeza expuesta de los marcadores centrales. El negocio no es esperar en área propia, refugiado en los últimos 30 metros. Este equipo demostró capacidad para salir a ganar y dar el golpe en la serie, siempre que haya una paridad de criterio en el arbitraje.

Los jugadores saben que están a tan solo dos escalones de la gloria, luego de una temporada con altos y bajos. Con cambio de entrenador incluído. Con jugadores claves excluídos por serias lesiones, otro nada clave pero de resonante baja por falta de profesionalidad. Pasó de todo y contra todos, y allí radica tal vez el escudo o la coraza que utiliza el plantel para llegar a la gloria.

La AFA no tiene margen para un disparate del colegiado de turno. Se trata de una final de una divisional muy dura, con todos los ojos del fútbol argentino a cuestas. El conjunto de Fernando Ruiz perdió un partido allí con fallos ridículos: gol lícito anulado a Brondo, golpes al por mayor del local, ataques en grosera posición adelantada del mate, etc. QUE NO SE REPITA ESA NEFASTA HISTORIA.

Por Carlos Alvarez